por Después de ver imágenes y leer sobre la historia de Ternelles, mayor fue el interés en visitarla. Es muy importante saber que el acceso es restringido y este es el motivo de los continuos problemas entre los dueños (la familia March) vecinos y excursionistas. Sólo se puede acceder con un permiso que expide el ayuntamiento de Pollença donde menciona el día de la visita, la persona que lo solicita y el número de visitantes.
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Se permite un máximo de 20 personas al día.
La fundación Vida Silvestre de la Mediterránea es la responsable de gestionar y controlar las visitas. El permiso de acceso se solicita a través del siguiente link;
El itinerario es perfecto para cubrir en familia. Es una pista ancha y sin ningún tipo de dificutad. El camino nos llevará por distintos puntos de interés de Ternelles, el más emblemático de todos ellos es el Castell del Rei.
Es importante tener en cuenta que el camino que va desde la carretera principal hasta la puerta de acceso (2,5 kilómetros de longitud) es muy estrecho y los lugares donde poder aparcar son más bien escasos.
200 metros antes de la puerta de entrada, hay un pequeño hueco en la carretera con espacio para dos coches. Este lugar es perfecto si se tiene la suerte de que no haya nadie.
Una vez dejamos los coches nos acercamos a la barrera donde hay una pequeña puerta a la derecha por donde accederemos hasta llegar a la caseta del guardia, donde entregaremos el permiso. La visita se puede empezar a partir de las 8.00 de la mañana hasta las 15.00 de la tarde.
Empezamos la visita, vamos paralelos al torrente de Ternelles, a través de un bosque de encinas, muy bien cuidado y donde podemos ver multitud de muestras de la actividad que se desarrollaba antiguamente. Veremos sitjes de carboner y una sinia en un campo de cultivo. Hemos de ir con precaución ya que también podemos encontrar animales sueltos en la finca por lo que llevar perros está estrictamente prohibido
Seguimos avanzando y en una pequeña colina nos encontramos con las casas de Ternelles. Siguiendo nuestro camino, nos damos cuenta que el bosque de encinas da paso a un bosque de pinos y carrizo, vegetación mediterránea.
Después de casi una hora por este bosque, entramos en una zona completamente despejada donde podremos contemplar en detalle el majestuoso Castell del Rei. Es uno de los tres castillos roquers que hay en Mallorca. Su origen es desconocido, lo que si se sabe es que los romanos lo usaron como atalaya, los musulmanes lo reconvirtieron en fortaleza y fue el último bastión fiel a Jaime III.
Por desgracia, esta prohibido visitarlo ya que es una zona altamente protegida donde anida el Voltor Negre. Encontraremos a lo largo del camino, varios carteles que lo indican y en la entrada, el guardia será lo primero de lo que nos va a advertir. Nosotros tuvimos la inmensa suerte de ver volar estas aves protegidas y es un espectáculo
Si pudieramos subir tendríamos unas vistas privilegiadas de nuestro siguiente lugar de interés, Cala Castell y Punta Galera. En nuestro caso no llegamos hasta la cala. Decidimos volver 2 kilómetros antes pero pudimos disfrutar de este paisaje. En total andamos casi 11 kilómetros
Este es el mapa de nuestro paseo
- A pesar de la distancia recorrida, es muy fácil y cómoda incluso para los mas pekes
- No es apta para ir con carrito
- Lástima que la hora de salida sea tan pronto. Con niños imposible llegar a la cala y volver
- Recordar que aparcar es complicado. cuantos menos coches, mejor
- Hay zonas en las que no hay sombra por lo que si vamos en primavera o verano, hay que protegerse del sol
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