UN DÍA EN LA NIEVE. SON MORAGUES. VALLDEMOSSA

Días de frio, agua y…..NIEVE. La cara que se nos quedó cuando vimos lo blancas que estaban las montañas terminó por convencernos  que sería un gran día y que los Pekes se lo pasarían en grande.

Al ir con los más pekeños lo primordial es la seguridad, queriamos ir a un sitio que implicara usar el coche lo menos posible y con facilidades para poder aparcar por lo que nos decidimos por Valldemossa y más en concreto al refugio y casa de nieve de Son Moragues.

 

No es un recorrido plano. Hay zonas de zig zag con pendientes a tener en cuenta.

La excursión empieza desde la calle Hungria, en la parte alta del pueblo. Vamos a encontrar un algarrobo muy grande y justo a la izquierda una pista de tierra donde se inicia la excursión.

Seguimos nuestro camino hasta que llegamos a unas puertas de madera que podemos saltar por el lateral donde hay unos escalones de piedra y que supone la entrada al bosque de sa Coma dels Cairats y Son Moragues . Es una finca pública que cubre una superficie de 579,96 hectareas y cuya gestión es responsabilidad del gobierno de las Islas Baleares.

A partir de este punto vale la pena no perder detalle a las muestras de actividades humanas que se realizaban antiguamente tales como «sitja». Antes del gas y petroleo, la principal fuente de energía era el carbón que se obtenía mediante la combustión lenta y con poco oxígeno de la leña. 

Este trabajo, implicaba implicaba pasar temporadas en el bosque por lo que también se pueden observar construcciones rudimentarias realizadas con piedras y carrizo

una vez hemos disfrutado de un pedacito de historia de nuestra isla, seguimos con nuestra excursión y es desde este punto cuando la pendiente empieza a ser algo más pronunciada y el camino en zig zag se hace más evidente. Hay que insistir, que a pesar de este hecho, es una excursión perfectamente adecuada para los pekes ya que es una pista amplia que facilita mucho el camino.

Nuestra siguiente parada es el área recreativa de «sa Font des Polls». Es una fuente de mina cuya agua se canalizaba desde surtidores subterráneos con canales en una pendiente suficiente que permitiera salir el agua. 

A pesar que las casas de nieve y el refugio de Son Moragues se encontraban a escasa distancia, decidimos hacer «un picnic en la nieve» en esa área recreativa y disfrutar de las increibles vistas. 

Y no había mejor forma que terminar el día que tomando un chocolate con una buena coca de patata

Por cierto, no quiero terminar sin mencionar a Lagar, nuestro nuevo compañero en esta aventura y esperamos que en muchas más.